WEST JORDAN, Utah — Lo que comenzó como un juego tradicional entre estudiantes de último año de secundaria terminó con un arresto y una investigación por amenaza de terrorismo en un hospital del área.
Miles White, un estudiante de 18 años, fue arrestado el miércoles luego de provocar una alarma generalizada al ingresar corriendo al Hospital Jordan Valley portando lo que parecía ser un arma de fuego. El incidente se relaciona con el llamado «Senior Assassination», un juego popular entre alumnos de último año en muchas escuelas de Estados Unidos, donde los participantes simulan eliminar a sus compañeros utilizando pistolas de agua o armas Nerf, generalmente en los días previos a la graduación.
Según los informes policiales y declaraciones juradas de arresto, testigos vieron a dos jóvenes —identificados como estudiantes de secundaria— ingresar al hospital y preguntar si se trataba de un centro médico. Uno de ellos sostenía lo que parecía ser una pistola. Acto seguido, ambos salieron corriendo, lo que llevó al personal de seguridad a contactar a la policía ante la posibilidad de una amenaza activa.
Debido a la “seriedad de la llamada”, las autoridades establecieron un perímetro alrededor del hospital y comenzaron a registrar los alrededores en busca de los sospechosos. La situación provocó temor entre los visitantes y el personal del centro médico, algunos de los cuales preguntaron a los oficiales si era seguro permanecer en el hospital.
Las cámaras de seguridad confirmaron la presencia de dos individuos corriendo por los pasillos, uno de ellos aparentemente apuntando con un arma al otro. Poco después, la policía localizó a White, quien confesó que se encontraba participando en el juego y que el objeto en cuestión era una pistola Nerf utilizada para «disparar» a su amigo como parte de la dinámica.
Aunque el arma resultó ser inofensiva, las autoridades determinaron que las acciones del joven generaron un nivel de pánico incompatible con la naturaleza del juego. Por ello, fue arrestado y fichado por el delito de amenaza de terrorismo, aunque posteriormente fue liberado bajo palabra y citado a comparecer ante el tribunal.
El incidente ha reavivado el debate sobre los límites de este tipo de tradiciones estudiantiles. Mientras que muchos las consideran inofensivas, las autoridades advierten que cualquier conducta que simule violencia en lugares públicos —especialmente en contextos sensibles como hospitales o escuelas— puede acarrear consecuencias legales serias.
Hasta el momento, ni el distrito escolar correspondiente ni los familiares del estudiante se han pronunciado oficialmente.