El gobierno de Trump reactiva prisiones privadas y otorga contratos millonarios para albergar a más inmigrantes detenidos, mientras ICE reporta una “urgencia apremiante” por más camas ante el aumento de arrestos y deportaciones en EE. UU.
El regreso de las cárceles privadas para inmigrantes: Trump acelera su plan migratorio en 2025
Washington, D.C. – El Gobierno del presidente Donald Trump ha otorgado nuevos contratos millonarios para reabrir prisiones privadas con el objetivo de ampliar significativamente la capacidad de detención de inmigrantes. Esta decisión, confirmada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), responde a lo que la agencia califica como una “urgencia apremiante” por incrementar el número de camas disponibles, ante el repunte de arrestos y deportaciones que marcan la segunda administración Trump.
Según documentos federales y declaraciones oficiales, ICE está destinando cientos de millones de dólares a compañías que operan centros de detención en estados como Texas, Louisiana, Arizona y Georgia. La medida forma parte de una estrategia migratoria más agresiva impulsada por la Casa Blanca desde enero de 2025.
Aumento de arrestos y redadas masivas
Desde su regreso a la presidencia, Trump ha intensificado los operativos de detención en ciudades con alta población inmigrante, incluso aquellas consideradas “ciudades santuario”. ICE reporta un aumento de más del 60% en los arrestos de inmigrantes indocumentados en los primeros cinco meses de 2025, en comparación con el mismo periodo del año anterior.
“Estamos operando bajo nuevas directrices que priorizan la detención prolongada y la deportación acelerada. La necesidad de camas es crítica”, dijo un funcionario de ICE que pidió no ser identificado.
Contratos con empresas privadas reactivan polémica
Uno de los contratos más grandes fue adjudicado a CoreCivic y The GEO Group, dos de las mayores operadoras de prisiones privadas en EE.UU. Ambas compañías han sido previamente criticadas por reportes de abusos, condiciones inhumanas y falta de supervisión.
Activistas pro inmigrantes y organizaciones de derechos civiles denuncian que esta reapertura de prisiones privadas representa un retorno a las políticas más severas del primer mandato de Trump. “Estas cárceles son un negocio con el sufrimiento humano. Reabrirlas solo refuerza un sistema cruel que criminaliza a los inmigrantes”, declaró Mariana Torres, portavoz de la organización Unidos por la Justicia Migrante.
La comunidad latina, en alerta máxima
La comunidad latina en Estados Unidos, especialmente en ciudades como Los Ángeles, Nueva York, Houston y Miami, ha expresado su temor ante el endurecimiento de las políticas migratorias. Muchos inmigrantes indocumentados están evitando acudir a escuelas, centros de salud o iglesias por miedo a ser detenidos.
En respuesta, líderes comunitarios y alcaldes de varias ciudades han reforzado sus redes de apoyo, aunque reconocen que los recursos son limitados. “Estamos en una situación crítica. Necesitamos apoyo legal, refugio y, sobre todo, protección para quienes están siendo perseguidos por simplemente buscar una vida mejor”, dijo el reverendo Carlos Mejía, director de un centro comunitario en Phoenix.
Próximos pasos y oposición política
Mientras el presidente Trump defiende su política como una medida de “seguridad nacional”, legisladores demócratas y algunos republicanos moderados critican el uso excesivo de detención masiva y la reactivación de contratos con el sector privado.
“El Congreso debe ejercer su autoridad y detener esta expansión inhumana del sistema de detención migratoria. No podemos permitir que el encarcelamiento de inmigrantes se convierta nuevamente en un negocio lucrativo”, dijo la senadora demócrata por California, Elena Martínez.
Equipo BLUJOURNAL