blujournalLa fluoración del agua potable ha sido, desde mediados del siglo XX, una estrategia de salud pública ampliamente implementada en Estados Unidos para combatir la caries dental. Sin embargo, en los últimos años, esta práctica ha sido objeto de creciente debate y controversia en diversas comunidades del país. Estados como Florida y Utah se han convertido en epicentros de discusiones que podrían redefinir las políticas de salud pública relacionadas con la fluoración del agua.
Orígenes y fundamentos de la fluoración del agua
La fluoración del agua comenzó en Estados Unidos en la década de 1940 como una medida para combatir la caries dental, especialmente en comunidades con acceso limitado a servicios odontológicos. Estudios científicos han demostrado que una concentración de 0,7 miligramos por litro de agua es segura y efectiva para prevenir problemas dentales sin causar efectos adversos significativos. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la fluoración del agua ha reducido la prevalencia de caries entre un 25% y 40% en comunidades con acceso a agua fluorada en comparación con aquellas que no la tienen.
El resurgimiento del debate en Florida
En noviembre de 2024, el Cirujano General de Florida, Dr. Joseph Ladapo, emitió una recomendación para que las comunidades del estado dejaran de agregar flúor al suministro de agua. Esta recomendación se basó en estudios que vinculaban la exposición a altos niveles de flúor con desafíos en el desarrollo intelectual y conductual en niños. Aunque la guía de Ladapo no obliga a las municipalidades a actuar, algunas ciudades de Florida ya han votado a favor de dejar de agregar flúor a su agua y otras están considerando esta opción.
Desde entonces, al menos diez localidades en Florida, incluyendo Fort Pierce, Melbourne, Naples, Ormond Beach, Palm Bay, Port St. Lucie, St. Lucie County, Stuart, Tavares y Winter Haven, han decidido eliminar el flúor de sus sistemas de agua potable. Estas decisiones reflejan una creciente división en el estado respecto a la fluoración del agua. Mientras algunas comunidades optan por eliminar el flúor debido a preocupaciones de salud, otras, como Leesburg, han decidido mantener la fluoración, argumentando que los beneficios superan cualquier posible riesgo.
Utah: hacia la prohibición estatal del flúor
Utah está a punto de convertirse en el primer estado de Estados Unidos en prohibir la adición de flúor a los sistemas de agua pública. El proyecto de ley HB81, que ya ha sido aprobado por ambas cámaras legislativas, espera la firma del gobernador Spencer Cox. Si se promulga, la prohibición entraría en vigor el 7 de mayo de 2025. El proyecto de ley no solo elimina el flúor de los suministros de agua pública, sino que también revoca leyes anteriores que exigían la fluoración a petición o durante emergencias. Sin embargo, los farmacéuticos aún podrían recetar suplementos de flúor a individuos que lo deseen.
Actualmente, aproximadamente el 40% de los habitantes de Utah que dependen de sistemas comunitarios de agua tienen acceso a agua fluorada. De los 484 sistemas de agua en Utah que reportaron datos a los CDC en 2024, únicamente 66 añadieron flúor a sus suministros, siendo el más grande el de Salt Lake City. A nivel nacional, casi dos tercios de la población estadounidense consume agua fluorada, según los CDC.
Argumentos a favor y en contra de la fluoración
A favor: Las principales organizaciones de salud, incluyendo los CDC y la Asociación Dental Americana (ADA), respaldan la fluoración del agua como una medida efectiva para prevenir la caries dental. Argumentan que es una intervención de salud pública que beneficia especialmente a las comunidades de bajos ingresos, donde el acceso a servicios odontológicos puede ser limitado. Además, destacan que décadas de investigación han demostrado la seguridad y eficacia de la fluoración en las concentraciones recomendadas.
En contra: Los opositores a la fluoración señalan estudios recientes que sugieren posibles riesgos para la salud asociados con el consumo de flúor, especialmente en niveles elevados. Un informe del Programa Nacional de Toxicología de Estados Unidos vinculó el consumo de agua con altos niveles de flúor a una reducción en el coeficiente intelectual (CI) de los niños. Aunque el informe no se centró exclusivamente en los efectos del flúor en el agua potable, reconoció un posible riesgo neurológico relacionado con altos niveles de flúor.
Implicaciones para la salud pública
La eliminación de la fluoración en comunidades podría tener consecuencias significativas para la salud dental, especialmente en poblaciones vulnerables. La fluoración del agua ha sido considerada una de las diez grandes conquistas de la salud pública en el siglo XX, debido a su papel en la reducción de la caries dental a nivel poblacional. Sin esta medida, podría aumentar la incidencia de caries, lo que llevaría a mayores costos en tratamientos dentales y una disminución en la calidad de vida de las personas afectadas.
Por otro lado, las preocupaciones sobre posibles efectos adversos del flúor en el desarrollo neurológico resaltan la necesidad de reevaluar las concentraciones óptimas de flúor en el agua potable y de realizar más investigaciones al respecto.
El futuro de la fluoración en Estados Unidos
El debate sobre la fluoración del agua en Florida y Utah refleja una tendencia más amplia en Estados Unidos, donde comunidades y estados reconsideran prácticas de larga data a la luz de nuevas evidencias y preocupaciones. La decisión de Utah de prohibir la fluoración podría sentar un precedente para otros estados y provocar una reevaluación de las políticas de salud pública relacionadas con la fluoración del agua.
Equipo BLUJOURNAL
