Los cierres del gobierno federal son una característica recurrente de la política estadounidense, pero el de 2025 se ha vuelto especialmente agrio.
La falta de acuerdo entre republicanos y demócratas para aprobar un nuevo proyecto de gasto ha paralizado varios servicios públicos, dejando a unos 750,000 empleados federales sin sueldo.
Pese a múltiples intentos, los votos en el Congreso no han logrado destrabar el conflicto. A diferencia de cierres anteriores, esta vez no se vislumbra una salida rápida, ya que tanto el presidente Donald Trump como los líderes de ambos partidos parecen ver ventajas en mantener su posición.
A continuación, las cuatro razones que hacen que este cierre sea diferente.
1. Para los demócratas, el foco está en Trump, no solo en la salud pública
El liderazgo demócrata enfrenta presión interna para oponerse con más fuerza a la administración Trump. En marzo, el líder del Senado Chuck Schumer fue duramente criticado por aprobar un presupuesto republicano para evitar un cierre; ahora, adopta una postura más firme.
Su demanda principal es renovar los subsidios de seguros de salud que están por expirar, argumentando que su fin afectará directamente a las familias estadounidenses.
Los republicanos, sin embargo, sostienen que discutirán el tema solo después de reabrir el gobierno.
Además, los demócratas reclaman limitar el uso del poder ejecutivo por parte de Trump, quien ha retenido o redirigido fondos aprobados por el Congreso en programas de ayuda exterior y otras áreas. Para ellos, el conflicto ya no se trata únicamente del presupuesto, sino del alcance del poder presidencial.
2. Para los republicanos, una oportunidad política y administrativa
En la Casa Blanca, el cierre es visto como una “oportunidad sin precedentes”, según el propio presidente Trump. Él y Russell Vought, director de la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB), han defendido la idea de aprovechar el cierre para reducir el tamaño del gobierno federal.
Trump ha dicho que busca recortar lo que llamó “agencias demócratas”, mientras que la secretaria de prensa Karoline Leavitt justificó las medidas como “una muestra de cordura fiscal”.
La Casa Blanca argumenta que los recortes ayudarán a ahorrar dinero a los contribuyentes y eliminar “gasto y fraude”.
Aunque la magnitud de los posibles despidos aún no está clara, Vought ya suspendió fondos federales para ciudades de mayoría demócrata como Nueva York y Chicago, una medida que intensifica la confrontación política.
3. Desconfianza total entre los partidos
Los cierres anteriores solían resolverse tras largas noches de negociación bipartidista. En 2025, esa dinámica ha desaparecido.
La desconfianza y el resentimiento dominan las conversaciones, con ambos partidos culpándose mutuamente por el estancamiento.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, acusó a los demócratas de “no ser serios” en las negociaciones y de buscar “cobertura política”.
Por su parte, Schumer señaló que las promesas republicanas de debatir los subsidios de salud después del cierre “no son creíbles”.
El conflicto escaló aún más cuando Trump publicó una imagen generada por inteligencia artificial que mostraba a Schumer y al líder demócrata Hakeem Jeffries caricaturizados; Jeffries aparece con un sombrero y bigote de estilo mexicano.
Los demócratas calificaron la publicación como racista, una acusación que el vicepresidente JD Vance negó públicamente.
4. Un golpe para una economía ya frágil
La crisis política se suma a una economía en tensión. Se estima que más del 40 % de los empleados federales —unos 800,000 trabajadores— están sin salario, lo que reduce el consumo y genera un efecto dominó en otros sectores.
Procesos esenciales como permisos ambientales, aprobaciones de patentes y pagos a contratistas se encuentran detenidos.
Los analistas calculan que cada semana de cierre podría restar hasta 0.2 puntos porcentuales al crecimiento económico de Estados Unidos.
Aunque históricamente la actividad perdida se recupera tras la reapertura, expertos advierten que si el gobierno lleva a cabo despidos permanentes, el impacto podría ser más duradero.
Por ahora, los mercados financieros se mantienen estables, reflejando la expectativa de una eventual resolución.
Un callejón sin salida político y económico
El cierre de gobierno de 2025 pone en evidencia la profundidad de la división política en Washington.
Con los demócratas intentando frenar los poderes de Trump, los republicanos defendiendo sus recortes y cientos de miles de trabajadores afectados, el país enfrenta uno de los cierres más prolongados y polarizados de su historia reciente.