En la era digital, la tecnología ha permeado todos los aspectos de la sociedad, incluyendo las políticas migratorias. La administración Trump ha intensificado el uso de herramientas tecnológicas para implementar su ambiciosa agenda de deportaciones masivas, afectando profundamente a las comunidades inmigrantes en Estados Unidos.
La administración Trump ha adoptado una serie de tecnologías avanzadas para rastrear y deportar a inmigrantes indocumentados. Entre estas herramientas se encuentran monitores de tobillo, recopilación de datos biométricos, torres de vigilancia en la frontera y aplicaciones móviles como SmartLINK, que utiliza reconocimiento facial y geolocalización para monitorear a los inmigrantes.
La Tecnología al Servicio de la Vigilancia Migratoria
Además, se ha implementado un algoritmo conocido como «puntuación de huracán», que clasifica a los inmigrantes en una escala del 1 al 5 para evaluar su riesgo de evasión de la supervisión del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Colaboración Público-Privada en la Vigilancia
Empresas privadas han desempeñado un papel crucial en la expansión de la infraestructura de vigilancia migratoria. Compañías como GEO Group y CoreCivic han obtenido contratos millonarios para operar centros de detención, mientras que firmas tecnológicas como Anduril han desarrollado sistemas de inteligencia artificial para reforzar la vigilancia fronteriza.
Esta colaboración ha generado preocupaciones sobre la privacidad y los derechos civiles, especialmente con el uso compartido de datos biométricos y de ADN entre agencias gubernamentales y empresas privadas.
Deshumanización y Eficiencia Logística
El enfoque de la administración Trump ha sido criticado por su retórica deshumanizante y su énfasis en la eficiencia logística. En la Border Security Expo en Arizona, Todd Lyons, director interino del ICE, comparó el proceso de deportación de inmigrantes con la eficiencia de Amazon Prime.
Esta comparación ha suscitado preocupaciones éticas, recordando paralelismos históricos con la burocracia nazi durante la Segunda Guerra Mundial, donde la eficiencia fue priorizada sobre los derechos humanos.
Medidas Controversiales y Reacciones
Entre las medidas más controvertidas se encuentra la clasificación de más de 6,300 inmigrantes latinos como «muertos» en el Archivo Maestro de Defunciones de la Administración del Seguro Social, anulando sus números de Seguro Social y dificultando su acceso a servicios básicos.
Además, la administración ha promovido una estrategia de «autodeportación» mediante la aplicación CBP Home, incentivando a los inmigrantes indocumentados a abandonar el país voluntariamente.
Estas acciones han generado críticas de organizaciones de derechos humanos y expertos legales, quienes advierten sobre las implicaciones legales y personales de estas políticas.
La utilización de tecnología avanzada en las políticas de deportación de la administración Trump ha transformado el panorama migratorio en Estados Unidos. Si bien estas herramientas han aumentado la eficiencia en la implementación de deportaciones, también han suscitado preocupaciones significativas sobre la privacidad, los derechos humanos y la deshumanización de los inmigrantes.
Es imperativo que se establezcan salvaguardias adecuadas para garantizar que la tecnología no se utilice en detrimento de los derechos fundamentales de las personas, y que las políticas migratorias se implementen con humanidad y respeto por la dignidad de todos los individuos.
Equipo BLUJOURNAL