La reciente elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos ha generado una ola de incertidumbre y temor entre los estudiantes indocumentados, comúnmente conocidos como «Soñadores». Las promesas de Trump de deportar a millones de inmigrantes indocumentados y de revocar programas como DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) han llevado a estos jóvenes a tomar medidas preventivas para protegerse y asegurar su futuro en el país.
Incertidumbre y temor en los campus universitarios
Oscar Silva, un recién graduado de la Universidad del Norte de Texas, es uno de los más de 400,000 estudiantes en Estados Unidos sin estatus legal permanente. Ante las promesas de Trump de llevar a cabo deportaciones a gran escala, Silva y otros «Soñadores» están elaborando planes de emergencia, buscando protecciones legales temporales o considerando pasar a la clandestinidad para evitar la deportación.
El programa DACA, implementado durante la administración de Obama, ha proporcionado protección temporal contra la deportación y permisos de trabajo a aproximadamente 600,000 jóvenes indocumentados que llegaron al país siendo niños. Sin embargo, con la llegada de Trump al poder, el futuro de este programa es incierto, lo que ha incrementado la ansiedad entre los beneficiarios.
Medidas de autodefensa comunitaria
En respuesta a las amenazas de deportación masiva, organizaciones pro-migrantes en Nueva York han anunciado estrategias de autodefensa comunitaria. La Red de Pueblos Trasnacionales, junto con miembros de la comunidad de El Bronx, ha desarrollado planes que incluyen no abrir las puertas a agentes de ICE sin una orden judicial y la organización de brigadas voluntarias para monitorear las calles y ofrecer refugio a quienes lo necesiten.
Esteban Rodríguez, líder de esta iniciativa, destaca la importancia de la autogestión comunitaria ante la desconfianza en los gobiernos local, estatal y federal para brindar protección. Además, se están promoviendo recursos en línea y manuales de defensa contra la deportación para informar a los migrantes sobre sus derechos y cómo reaccionar ante posibles redadas.
Impacto en las instituciones educativas
Las universidades y colegios también están tomando medidas para proteger a sus estudiantes indocumentados. Algunas instituciones han emitido advertencias de viaje a sus estudiantes y profesores extranjeros, aconsejándoles regresar al campus antes de la toma de posesión de Trump el 20 de enero. La Universidad de Massachusetts, por ejemplo, ha alentado a sus estudiantes internacionales a considerar seriamente su regreso anticipado para evitar posibles complicaciones migratorias.
Además, se teme que la administración Trump elimine las normativas que impiden la detención de migrantes en «locaciones sensibles» como escuelas, hospitales o lugares de culto religioso, lo que podría convertir a los campus universitarios en objetivos de redadas migratorias.
Acciones legales y resistencia
Diversas organizaciones y estados, como California, han expresado su intención de resistir las políticas migratorias de Trump. Se anticipa una serie de batallas legales para proteger a los «Soñadores» y mantener programas como DACA. En 2020, la Corte Suprema prohibió que Trump acabara con DACA, lo que permitió a miles de jóvenes conservar las protecciones legales que les permiten trabajar y evitar la deportación.
Sin embargo, con una nueva administración, la continuidad de estas protecciones está nuevamente en riesgo. Los defensores de los derechos de los inmigrantes están preparando estrategias legales y movilizaciones comunitarias para enfrentar los desafíos que se avecinan.
Conclusión
La promesa de Donald Trump de deportar a millones de inmigrantes indocumentados ha generado un clima de miedo e incertidumbre entre los «Soñadores» y las comunidades inmigrantes en general. Mientras algunos elaboran planes de emergencia y buscan protecciones legales, otros se organizan en estrategias de autodefensa comunitaria. Las instituciones educativas y organizaciones pro-migrantes juegan un papel crucial en la protección y apoyo a estos jóvenes, cuyo futuro en Estados Unidos pende de un hilo.
Equipo BLUJOURNAL