El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés) ha presentado CBP Home, una aplicación móvil diseñada para facilitar la salida voluntaria de personas que residen ilegalmente en el país. Esta herramienta es parte de una estrategia más amplia de la administración Trump para promover las “auto-deportaciones”, un mecanismo que busca reducir la cantidad de inmigrantes indocumentados en el territorio nacional de manera rápida y eficiente.
De CBP One a CBP Home: una transformación significativa
Anteriormente, la aplicación CBP One permitía a los migrantes solicitar asilo y agendar citas en los puntos de entrada a EE. UU. Sin embargo, tras la llegada de la nueva administración, su función fue modificada para alinearse con las actuales políticas migratorias. Como resultado, todas las solicitudes de asilo a través de la aplicación fueron suspendidas y miles de citas en la frontera fueron canceladas.
Ahora, con su nueva denominación, CBP Home ofrece a los inmigrantes indocumentados una vía para declarar oficialmente su intención de abandonar el país de manera voluntaria.
Un enfoque en la salida voluntaria
Según Pete Flores, comisionado interino de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), “la aplicación proporciona a los extranjeros ilegales en Estados Unidos una manera sencilla de declarar su intención de salir voluntariamente, ofreciéndoles la oportunidad de irse antes de enfrentar consecuencias más severas.”
El gobierno federal ha promovido esta herramienta como un método eficiente y menos costoso para gestionar la inmigración irregular, en comparación con los procesos de deportación forzada.
Impacto y perspectivas
El lanzamiento de CBP Home marca un giro en la política migratoria, reforzando las medidas para desalentar la permanencia ilegal en EE. UU. A medida que la administración continúa implementando estrategias para reducir la inmigración indocumentada, se espera que esta nueva aplicación desempeñe un papel clave en los próximos meses.
Por ahora, la comunidad migrante y los defensores de los derechos humanos han expresado su preocupación por el impacto que este cambio podría tener en quienes buscan asilo o protección humanitaria en el país.