El caso de Kilmar Abrego García, un residente legal de Maryland deportado erróneamente a El Salvador, ha generado una creciente movilización entre legisladores demócratas que buscan su liberación y retorno a Estados Unidos.
Una Deportación Controvertida
Abrego García fue deportado el 15 de marzo de 2025, a pesar de una orden judicial que prohibía su expulsión debido al riesgo de persecución por pandillas en su país de origen. La administración Trump reconoció que su deportación fue un «error administrativo», pero Abrego García permanece detenido en El Salvador sin cargos formales.
Visitas y Denuncias de Legisladores
El senador Chris Van Hollen (D-MD) viajó recientemente a El Salvador y se reunió con Abrego García, quien le expresó estar «traumatizado» tras haber sido encarcelado en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), una prisión de máxima seguridad conocida por denuncias de violaciones de derechos humanos. Van Hollen criticó al gobierno salvadoreño por intentar presentar una imagen engañosa durante su visita, colocando bebidas en la mesa para simular un ambiente relajado, lo que él denominó «Margaritagate».
Más Legisladores se Suman a la Causa
La representante Maxine Dexter (D-OR) anunció su intención de viajar a El Salvador para exigir la liberación de Abrego García, calificando su detención como una «crisis constitucional» que debería indignar a todos los estadounidenses . Asimismo, la representante Yassamin Ansari (D-AZ) expresó su intención de visitar a Abrego García, destacando las órdenes judiciales federales que exigen facilitar su regreso a Estados Unidos.
Obstáculos Políticos
Los esfuerzos de los demócratas por organizar delegaciones oficiales del Congreso a El Salvador han sido bloqueados por legisladores republicanos, quienes consideran estas visitas como un «despilfarro» de fondos públicos. El presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, James Comer (R-KY), denegó una solicitud para verificar el bienestar de Abrego García.
Implicaciones Legales y Humanitarias
El caso de Abrego García ha suscitado preocupaciones sobre el respeto al debido proceso y los derechos constitucionales de los residentes legales en Estados Unidos. A pesar de las órdenes judiciales que exigen su retorno, ni Washington ni San Salvador han tomado medidas concretas para facilitarlo.
La situación de Kilmar Abrego García continúa siendo un punto crítico en el debate sobre inmigración y derechos humanos. Con más congresistas demócratas planeando visitas a El Salvador, la presión sobre ambas administraciones aumenta para resolver este caso que pone en tela de juicio el compromiso con los principios constitucionales y humanitarios.
Equipo BLUJOURNAL