Un operativo sorpresa realizado este jueves por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en el Aeropuerto Internacional de Miami ha generado una ola de indignación entre conductores de aplicaciones como Uber y Lyft. Los agentes federales fueron grabados solicitando documentos a varios conductores, muchos de ellos inmigrantes, sin previo aviso por parte de las autoridades aeroportuarias.
«Una discriminación total al inmigrante»
«Una discriminación total al inmigrante», expresó uno de los conductores afectados, quien prefirió mantener el anonimato por temor a represalias. Según testigos, los agentes de ICE se acercaron a los conductores en las zonas de recogida de pasajeros, solicitándoles documentos de identificación y permisos de trabajo. Varios conductores fueron detenidos temporalmente mientras se verificaba su estatus migratorio.
Las autoridades del aeropuerto de Miami afirmaron no haber sido notificadas previamente sobre el operativo, lo que ha generado cuestionamientos sobre la coordinación entre agencias federales y locales.
Contexto de operativos anteriores
Este incidente se suma a una serie de operativos encubiertos realizados por el Departamento de Transporte de Miami-Dade y el Departamento de Policía del condado para identificar y sancionar a conductores no autorizados que operan en el aeropuerto. Desde enero de 2023, se han llevado a cabo 28 operaciones encubiertas, resultando en la incautación de 102 vehículos y la emisión de más de 650 citaciones a proveedores no licenciados.
Sin embargo, la intervención directa de ICE marca un cambio significativo en la naturaleza de estos operativos, enfocándose ahora en el estatus migratorio de los conductores, muchos de los cuales son inmigrantes que ven en las plataformas de transporte compartido una de las pocas opciones viables de empleo.
Impacto en la comunidad inmigrante
La comunidad de conductores inmigrantes ha expresado su preocupación por lo que consideran una criminalización de su esfuerzo por ganarse la vida dignamente. Muchos de estos conductores carecen de otras oportunidades laborales debido a barreras lingüísticas o a la falta de documentación adecuada, lo que los lleva a recurrir a plataformas como Uber y Lyft para sostener a sus familias.
«Nos sentimos perseguidos por simplemente trabajar», comentó otro conductor afectado. «No estamos haciendo daño a nadie; solo queremos llevar el pan a nuestras casas».
Reacciones y llamados a la acción
Organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes han condenado el operativo, calificándolo de «intimidatorio» y «selectivo». Han instado a las autoridades locales y federales a garantizar que las acciones de cumplimiento de la ley no resulten en la discriminación de comunidades vulnerables.
Por su parte, representantes de Uber y Lyft han reiterado su compromiso con la seguridad y el cumplimiento de las leyes, pero también han expresado su preocupación por el bienestar de sus conductores. Ambas compañías han lanzado programas piloto para mejorar la verificación de pasajeros y conductores, buscando aumentar la confianza y seguridad en sus plataformas.
El operativo de ICE en el Aeropuerto Internacional de Miami ha puesto en evidencia las tensiones existentes entre las políticas de inmigración y las realidades laborales de miles de inmigrantes que dependen de la economía de plataformas para sobrevivir. Mientras las autoridades buscan garantizar la seguridad y el cumplimiento de la ley, es fundamental que estas acciones no resulten en la estigmatización o persecución de comunidades que ya enfrentan múltiples desafíos.
La situación demanda un diálogo abierto y soluciones que reconozcan la dignidad y el aporte de los inmigrantes al tejido social y económico de la ciudad.
Equipo BLUJOURNAL