Las redadas migratorias de ICE bajo la administración Trump han provocado un descenso en el consumo entre la comunidad latina en EE.UU., afectando a marcas como Coca-Cola, Walmart y McDonald’s. Conoce cómo el miedo está remodelando el comportamiento del consumidor hispano.
Un clima de miedo: las redadas migratorias y su impacto económico en la comunidad latina
Washington, D.C., junio de 2025. — El endurecimiento de las políticas migratorias bajo el presidente Donald Trump ha generado un nuevo nivel de ansiedad entre la comunidad latina en Estados Unidos. A medida que aumentan las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), miles de familias viven con miedo diario. Pero el efecto de esta política no se limita al ámbito social: también está dejando una huella profunda en la economía estadounidense, especialmente en las ventas de grandes marcas.
Marcas como Coca-Cola, Walmart y McDonald’s reportan caída en ventas
De acuerdo con analistas del mercado de consumo, compañías como Coca-Cola, Walmart, McDonald’s y otras con fuerte presencia en comunidades hispanas han registrado una disminución significativa en sus ventas durante el primer semestre de 2025. Aunque diversos factores pueden influir en las fluctuaciones del consumo, varios expertos señalan una correlación directa con el temor creciente entre los consumidores latinos, muchos de los cuales han reducido sus salidas, compras y consumo en general.
“Vemos un cambio claro en los patrones de consumo de la comunidad latina. Hay menos visitas a supermercados, restaurantes y centros comerciales, en gran parte por miedo a ser detenidos por ICE”, explica Ana Morales, analista de consumo multicultural en NielsenIQ.
El “boicot involuntario”: consumidores que se ocultan por miedo
Aunque no se trata de un boicot organizado, el efecto en las marcas es similar. Al evitar espacios públicos o limitar sus gastos, los consumidores latinos están, de hecho, retirando su poder adquisitivo de la economía formal.
“Los latinos representan más de 1.9 billones de dólares en poder de compra en EE.UU. Esta desconexión forzada tiene consecuencias significativas para empresas que dependen de su lealtad”, añade Morales.
Cadenas de supermercados en ciudades como Houston, Los Ángeles, Chicago y Miami reportan una reducción en la afluencia de clientes latinos desde el mes de abril, cuando ICE intensificó las redadas en vecindarios con alta densidad de población inmigrante.
Impacto emocional: vivir en las sombras otra vez
La situación ha revivido el trauma de años anteriores. Familias que durante la administración Biden sintieron cierta estabilidad, ahora vuelven a vivir “en las sombras”.
“No salgo a comprar como antes. Mando a mi hijo ciudadano o pido por internet, aunque sea más caro. No vale la pena el riesgo”, dice María Elena Torres, madre salvadoreña residente en Georgia, quien teme ser arrestada en una redada sorpresa.
Las marcas responden con campañas de inclusión… pero ¿es suficiente?
Ante la caída en ventas y el clima social, algunas empresas han intentado reconectar con sus consumidores latinos. Coca-Cola, por ejemplo, lanzó en mayo su campaña “Siempre Contigo”, enfocada en celebrar el orgullo y la resiliencia de la comunidad hispana en EE.UU.
Sin embargo, muchos activistas critican estas campañas como insuficientes frente a la realidad que viven millones de personas.
“No basta con una campaña publicitaria si no se acompaña de acciones concretas. Las empresas deberían posicionarse con más firmeza en contra de políticas que criminalizan a nuestros vecinos”, señala Luis González, portavoz de la organización proinmigrante Unidos por la Dignidad.
Una economía vulnerable cuando se ignora a los latinos
La comunidad latina es la minoría más grande del país, con más de 65 millones de personas. Su rol como fuerza laboral y como motor de consumo es crucial. Ignorar o subestimar su situación no solo tiene consecuencias humanas, sino también económicas.
Con las elecciones de mitad de mandato a la vuelta de la esquina y un clima político cada vez más polarizado, la pregunta es si la administración Trump reconsiderará su enfoque migratorio o si el costo económico terminará obligando a un replanteamiento desde el sector privado.
Equipo BLUJOURNAL