Según el Departamento de Comercio de EE. UU., las ventas minoristas aumentaron un 0.7% en septiembre, superando las expectativas de los analistas que pronosticaban un crecimiento más modesto. Este incremento ha sido impulsado principalmente por una mayor demanda de bienes duraderos, como electrodomésticos y automóviles, y un aumento en el gasto en restaurantes y entretenimiento.
El consumo de los hogares es un pilar fundamental para el crecimiento económico en EE. UU., ya que representa aproximadamente dos tercios del producto interno bruto (PIB) del país. A pesar de las preocupaciones sobre la inflación y las tasas de interés elevadas, los consumidores siguen mostrando resiliencia. «Este informe muestra que los hogares estadounidenses mantienen su confianza en la economía, a pesar de los desafíos inflacionarios que enfrentan», señaló un economista del banco JPMorgan Chase.
Factores que impulsan el gasto
Diversos factores han influido en este aumento del gasto. Entre ellos, el bajo desempleo y el aumento de los salarios en varios sectores clave. Las familias estadounidenses también han recurrido a sus ahorros acumulados durante la pandemia, lo que les ha permitido seguir comprando productos y servicios a pesar del incremento en los precios.
Sin embargo, algunos economistas advierten que el gasto de los consumidores podría verse afectado si las tasas de interés continúan subiendo. «Aunque por ahora el gasto sigue siendo robusto, la política monetaria restrictiva de la Reserva Federal podría empezar a frenar el acceso al crédito para los consumidores», comentó un analista de la Universidad de Harvard.
El papel del gobierno en la economía
El aumento en las ventas minoristas también se ha visto apoyado por medidas recientes del gobierno federal para estimular el consumo. Por ejemplo, algunos estados han aprobado reducciones temporales en los impuestos a las ventas, lo que ha incentivado las compras de productos como ropa, electrónicos y muebles. Además, programas de asistencia alimentaria han permitido que más hogares puedan destinar una parte de su ingreso a otros gastos.
A pesar de estos apoyos, algunos críticos sostienen que el gobierno debería enfocar más esfuerzos en combatir la inflación en lugar de fomentar el gasto. «Es crucial encontrar un equilibrio entre mantener la economía activa y frenar la inflación, que aún afecta negativamente a los consumidores», dijo un economista independiente.
Perspectiva a futuro
Aunque los resultados de septiembre son alentadores, el futuro del consumo en EE. UU. aún enfrenta varias incógnitas. El impacto de la política monetaria, junto con factores internacionales como la desaceleración económica en Europa y Asia, podrían influir en la confianza de los consumidores en los próximos meses.
Por ahora, el informe de ventas minoristas ofrece una señal positiva: los estadounidenses siguen confiando en su economía y están dispuestos a gastar, lo que respalda la idea de que el crecimiento económico continuará a un ritmo estable.
Conclusión
El aumento en las ventas minoristas de septiembre es un claro indicio de que el gasto de los consumidores, el motor fundamental de la economía de EE. UU., sigue siendo fuerte. Si bien persisten riesgos, como la inflación y las tasas de interés elevadas, el panorama general sugiere que la economía estadounidense sigue sólida, alimentada por el poder adquisitivo de sus ciudadanos.
Fuente de articulo en Ingles: https://www.nytimes.com/2024/10/17/business/retail-sales-economy.html
Fuentes adicionales:
- Departamento de Comercio de EE. UU.
- Análisis del Banco JPMorgan Chase
- Universidad de Harvard