En febrero de 2025, la inflación en Estados Unidos mostró signos de desaceleración, con un aumento interanual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del 2,8%, ligeramente inferior al 3% registrado en enero. Este incremento fue menor al 2,9% previsto por los economistas, ofreciendo un respiro en medio de las actuales tensiones económicas.
En términos mensuales, el IPC general aumentó un 0,2%, una décima por debajo de lo esperado, y se frenó tras subir un 0,5% en enero. La inflación subyacente, que excluye alimentos y energía, también registró una subida del 0,2% en febrero.
El índice de vivienda aumentó un 0,3% en febrero, representando casi la mitad del incremento mensual del IPC general. Este sector ha sido un factor clave en la inflación reciente, con un aumento interanual del 4,2%.
El índice de alimentos aumentó un 0,2% en febrero, con alzas del 0,4% para la comida consumida fuera del hogar, mientras que la preparada en casa se mantuvo sin cambios. En particular, los precios de los huevos aumentaron un 10,4% debido a una escasez causada por un brote de gripe aviar.
El índice energético subió un 0,2% en febrero, con una caída del 1% en los precios de la gasolina, mientras que el fueloil subió un 0,8%. Por su parte, el precio de la electricidad aumentó un 1% y el gas se encareció un 2,5%.
A pesar de la desaceleración de la inflación en febrero, las políticas comerciales recientes, como la imposición de aranceles por parte del presidente Donald Trump, podrían ejercer presión al alza sobre los precios en el futuro. Estos aranceles, que incluyen un 25% sobre las importaciones de acero y aluminio, afectan a todos los países, incluidos aliados tradicionales como Canadá y México.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido que tales medidas podrían aumentar las expectativas de inflación y afectar negativamente el crecimiento económico. Además, la Reserva Federal enfrenta el desafío de equilibrar la inflación con el crecimiento económico en este contexto de incertidumbre comercial.
En resumen, aunque la inflación en Estados Unidos mostró una desaceleración en febrero, las políticas comerciales y las tensiones económicas actuales podrían influir en su trayectoria futura, afectando tanto a consumidores como a la política monetaria del país.
Equipo BLUJOURNAL