Washington, 10 de octubre de 2024 – La inflación registró una leve disminución durante el mes de septiembre, lo que podría señalar un respiro en la presión que han sentido los bolsillos de los consumidores estadounidenses en el último año. Sin embargo, este alivio llega en un momento crítico, ya que el país se prepara para las elecciones presidenciales del próximo mes, y la percepción general de la economía sigue siendo un factor clave en la decisión de los votantes.
De acuerdo con los últimos informes del Departamento de Trabajo, el índice de precios al consumidor (IPC) cayó un 0.2% en septiembre, lo que indica que los precios de bienes y servicios han comenzado a estabilizarse después de varios meses de aumentos consecutivos. El descenso estuvo impulsado en gran parte por la disminución de los costos de la energía y la moderación en los precios de los alimentos.
Mejoras en la economía, pero incertidumbre entre los votantes
Si bien estos datos reflejan una mejora gradual de la economía, los analistas advierten que la percepción pública sigue siendo un reto para los candidatos. Un sondeo reciente mostró que, aunque la inflación ha cedido ligeramente, el 60% de los votantes sigue preocupándose por el costo de la vida, especialmente en áreas como la vivienda y la atención médica, donde los precios continúan elevados.
«Los datos son alentadores, pero aún no hemos llegado a un punto en el que la mayoría de los estadounidenses sientan que su situación económica ha mejorado significativamente», explicó Sarah Johnson, economista de la Universidad de Harvard. «El costo de vida sigue siendo una preocupación central, y muchos electores podrían votar en función de sus experiencias personales con la inflación y el mercado laboral.»

Impacto en la campaña electoral
Con las elecciones presidenciales a menos de un mes, los candidatos de ambos partidos han centrado sus campañas en la economía. Mientras el actual presidente defiende las políticas que han ayudado a frenar la inflación y estabilizar los mercados, su oponente critica la gestión económica de la administración, señalando que las mejoras aún no se reflejan de manera equitativa en todos los sectores de la población.
El resultado de esta contienda podría depender en gran medida de cómo los votantes interpreten los últimos indicadores económicos y si las promesas de ambos candidatos logran generar confianza en su capacidad para mejorar la situación financiera de los hogares estadounidenses.
Perspectivas a futuro
A pesar de la leve caída de la inflación, los expertos advierten que persisten riesgos globales que podrían afectar la economía en los próximos meses, como la incertidumbre en los mercados internacionales y la volatilidad en los precios del petróleo. «Es importante que sigamos atentos a las tendencias globales», destacó Johnson. «Si bien la inflación interna está bajo control por ahora, cualquier cambio abrupto en los mercados mundiales podría revertir esta tendencia.»
Con el foco puesto en las elecciones de noviembre, los ciudadanos estadounidenses están en una encrucijada, evaluando si los cambios en la economía han sido suficientes para generar un voto de confianza o si, por el contrario, los retos económicos aún dominan su día a día.
Fuente original de articulo en ingles: https://www.washingtonpost.com