Una huelga de trabajadores portuarios está programada para cerrar indefinidamente los puertos en gran parte de los Estados Unidos, generando una amenaza significativa para el comercio y la economía antes de las elecciones presidenciales y la ajetreada temporada de compras navideñas.
Decenas de miles de miembros de la Asociación Internacional de Estibadores (ILA, por sus siglas en inglés) planean abandonar sus puestos el próximo martes en 14 puertos importantes a lo largo de las costas este y del golfo, deteniendo el tráfico de contenedores desde Maine hasta Texas. De no haber una intervención de último minuto, esta acción marcará el primer cierre de puertos en casi 50 años.
El presidente Joe Biden tiene la capacidad de suspender la huelga durante 80 días para continuar las negociaciones, pero la Casa Blanca ha afirmado que no tiene intenciones de actuar en este caso.
¿De qué trata la huelga?
La disputa gira en torno a un contrato maestro de seis años que cubre a aproximadamente 25,000 trabajadores portuarios empleados en operaciones de contenedores y carga rodada, de acuerdo con la Alianza Marítima de EE. UU. (USMX, por sus siglas en inglés), que representa a empresas navieras, asociaciones portuarias y operadores de terminales marítimas. Las conversaciones han estado estancadas durante meses y el contrato actual vence el lunes.
El líder sindical Harold Daggett ha exigido aumentos salariales significativos para sus miembros, expresando además preocupación por las amenazas de automatización. USMX ha acusado al sindicato de negarse a negociar, presentando una queja ante los reguladores laborales para forzar el regreso a la mesa de negociación.
En el contrato anterior, los salarios iniciales oscilaban entre $20 y $39 por hora, dependiendo de la experiencia del trabajador. Además, los trabajadores reciben beneficios adicionales, como bonos vinculados al comercio de contenedores. Daggett ha señalado que el sindicato desea un aumento de cinco dólares por hora por año a lo largo de los seis años de duración del contrato, lo que representaría un incremento aproximado del 10% anual.
La ILA sostiene que los trabajadores merecen estos aumentos después de que los beneficios de las empresas navieras se dispararon durante la pandemia de Covid-19, mientras que la inflación afectaba los salarios. El sindicato también ha advertido que podría haber una huelga más amplia, incluyendo a miembros no directamente involucrados en esta disputa.
Impacto en el Comercio y Bienes Afectados
Las primeras importaciones en verse afectadas por la huelga probablemente serán los productos sensibles al tiempo, como los alimentos. Los puertos implicados manejan aproximadamente el 14% de las exportaciones agrícolas marítimas y más de la mitad de las importaciones, incluyendo productos clave como plátanos y chocolate, según la Oficina Agrícola de EE. UU. Otros sectores en riesgo incluyen el estaño, tabaco y nicotina, de acuerdo con Oxford Economics. Asimismo, empresas de ropa, calzado y fabricantes de automóviles europeos que utilizan el puerto de Baltimore podrían verse gravemente afectados.
Las importaciones en los EE. UU. han aumentado durante el verano, ya que muchas empresas se apresuraron a adelantar envíos antes de la huelga. Aunque los impactos económicos inmediatos podrían ser limitados, expertos indican que con el paso de las semanas los precios podrían aumentar y comenzarían a escasear algunos productos.
¿Cuál será el impacto económico?
Más de un tercio de las exportaciones e importaciones podrían verse afectadas por la huelga, lo que representaría una pérdida de al menos $4,500 millones por semana, según estimaciones de Grace Zemmer, economista asociada de Oxford Economics. Además, se estima que más de 100,000 personas podrían quedarse temporalmente sin empleo debido al paro laboral.
Peter Sand, analista jefe de la firma de análisis de transporte marítimo Xeneta, advirtió que este evento también podría aumentar los costos generales de envío, lo que afectaría tanto a consumidores como a empresas que dependen de cadenas de suministro «justo a tiempo» para sus productos.
Impacto en las Elecciones de EE. UU.
Este enfrentamiento llega en un momento delicado para la economía de EE. UU., con la tasa de desempleo en aumento a medida que se acercan las elecciones presidenciales en seis semanas. La huelga podría colocar al presidente Biden en una situación difícil, ya que tiene el poder de intervenir en disputas laborales que amenacen la seguridad nacional al imponer un período de enfriamiento de 80 días, durante el cual los trabajadores volverían a sus puestos mientras continúan las negociaciones.
En 2002, el presidente George W. Bush intervino para reabrir puertos después de 11 días de huelga de los trabajadores portuarios en la costa oeste. Sin embargo, la Cámara de Comercio de EE. UU. ha instado a Biden a tomar medidas en este caso, recordando los dolores que sufrió la cadena de suministro durante la pandemia en 2021.
Daggett, de la ILA, apoyó a Biden en 2020, pero ha sido crítico del presidente recientemente, mencionando la presión sobre los trabajadores portuarios de la costa oeste para alcanzar un acuerdo el año pasado. El líder sindical también se reunió con Donald Trump en julio, lo que añade una capa de complejidad política a la situación.
Conclusión
Con una huelga inminente que podría causar grandes interrupciones en el comercio y la economía de los EE. UU., la situación presenta un desafío tanto para los sindicatos como para las empresas y el gobierno. El impacto económico y político de esta huelga, especialmente en un año electoral, podría ser significativo y sus consecuencias podrían sentirse en todos los niveles del comercio internacional y la política interna.