El condado de Millard, en el centro de Utah, podría convertirse en la sede del centro de datos más grande del mundo. Dos empresas tecnológicas y energéticas están impulsando proyectos que buscan transformar la región en un hub global de inteligencia artificial (IA), aunque la propuesta genera tanto entusiasmo como escepticismo.
Delta Gigasite: un proyecto sin precedentes
La primera iniciativa vino de Fibernet MercuryDelta LLC, que en mayo solicitó el cambio de uso de suelo de casi 1,200 acres al sureste de Delta, pasando de agrícola a industrial. Allí planean construir el Delta Gigasite, un complejo de 20 millones de pies cuadrados, lo que lo colocaría por encima del actual récord en Hohhot, China, con 10 millones de pies cuadrados.
La Comisión del Condado de Millard aprobó la rezonificación, allanando el camino para el megaproyecto.
Alianza energética para la IA
En agosto, Creekstone Energy LLC firmó un acuerdo con la empresa BluSky AI para ceder 25 acres y hasta 50 megavatios de energía destinados a centros de datos modulares dentro del campus.
Creekstone proyecta que, en la próxima década, el complejo gestione hasta 10 gigavatios de capacidad, combinando energía del Intermountain Power Project, solar, gas natural, y en el futuro posiblemente geotermia, eólica y nuclear.
“Esto no es solo un acuerdo de tierras, es una señal de que Utah está listo para liderar”, afirmó Buford Ray Conley, fundador y CEO de Creekstone Energy.
Otro gigante en camino
Paralelamente, la comisión aprobó otra rezonificación de 4,000 acres pertenecientes a Triple C Farms, en manos de Joule Capital Partners, que prevé iniciar construcción en 2026. El proyecto se presenta como un campus de alto rendimiento en computación con acceso a fibra óptica y sistemas de enfriamiento avanzados.
“Queremos integrarnos con la comunidad local. Este proyecto está en la misma granja que mi familia ha trabajado por 20 años”, dijo Mark McDougal, socio de Joule Capital Partners.
Escepticismo político y ambiental
No todos celebran la llegada de estos megaproyectos. El senador estatal Nate Blouin cuestionó la falta de supervisión y expresó dudas sobre los beneficios económicos reales.
“Sonaba muy engañoso… como si solo buscaran incentivos estatales”, declaró Blouin, quien también criticó la intención de seguir usando las unidades de carbón del Intermountain Power Project como fuente de energía.
El legislador argumenta que el impacto en la confiabilidad de la red eléctrica de Utah es nulo y que apostar por carbón sería un error.
Reacciones en la comunidad
Mientras algunos residentes, como Ron Larson, ven en los centros de datos una oportunidad para crecimiento y mayores ingresos fiscales, otros, como el ranchero J.B. Lovell, temen que el desarrollo afecte su estilo de vida rural.
“Mi vida en el rancho me da paz y conexión con la naturaleza. No quiero que eso cambie”, expresó Lovell.
Energía y agua: los grandes retos
Los centros de datos demandan enormes cantidades de energía y agua. Creekstone asegura que su diseño reducirá la presión sobre estos recursos, apostando por sistemas de enfriamiento más sostenibles y el uso extensivo de energía solar en 30,000 acres de terreno.
Aun así, expertos y autoridades insisten en que el consumo energético será el mayor desafío para Utah en esta nueva etapa tecnológica.