La industria manufacturera enfrenta una crisis de mano de obra
El impulso del presidente Donald Trump por reactivar la manufactura en Estados Unidos enfrenta un obstáculo persistente: la escasez de obreros cualificados. Con más de 400.000 vacantes abiertas en el sector, ejecutivos advierten que el problema se agudizará si se continúa trasladando la producción del extranjero al país.
El déficit se atribuye a varios factores, incluyendo el retiro de los baby boomers, el bajo interés de los jóvenes por trabajos fabriles y los recortes a programas de formación técnica. “Actualmente, por cada 20 ofertas de empleo que tenemos, hay un candidato cualificado”, explicó David Gitlin, presidente de Carrier Global.
Menos jóvenes, menos técnicos: una brecha creciente
Los fabricantes enfrentan dificultades para atraer a nuevos trabajadores. Según Ron Hetrick, economista de la firma Lightcast, la narrativa de que asistir a la universidad es la única vía al éxito ha reducido el interés por las carreras técnicas.
Al mismo tiempo, muchas empresas requieren personal con formación avanzada en sistemas tecnológicos y software especializado. No basta con contratar egresados de preparatoria; se necesitan programas de capacitación.
Políticas migratorias y recortes afectan la formación
Las políticas migratorias del presidente Trump, que buscan restringir protecciones a ciertos grupos de inmigrantes, también podrían reducir aún más la disponibilidad de trabajadores potenciales para el sector manufacturero y de la construcción.
Además, el gobierno ha impulsado el cierre de programas como Job Corps, que durante seis décadas ha ofrecido capacitación a jóvenes en situación vulnerable. En contraste, el plan Make America Skilled Again busca consolidar iniciativas existentes y fomentar el aprendizaje técnico, aunque enfrenta dudas por los recortes de 1.600 millones de dólares en capacitación laboral.
Iniciativas del sector privado para cerrar la brecha
En un evento reciente del Business Roundtable, líderes empresariales discutieron cómo enfrentar esta crisis. Entre las propuestas se incluyó eliminar requisitos de títulos universitarios en ciertas vacantes, reclutar desde la preparatoria, y ofrecer experiencias tempranas en talleres para despertar el interés por las carreras técnicas.
Rockwell Automation ha implementado academias para capacitar a exmilitares, y Steelcase, fabricante de muebles, trabaja con estudiantes de secundaria para mostrarles el potencial de una carrera industrial.
La demanda técnica crecerá con la inteligencia artificial
La digitalización también aumenta la presión. Gitlin advirtió que cada centro de datos —clave para la inteligencia artificial— requerirá al menos cuatro técnicos para operar sistemas de refrigeración. Aunque actualmente existen 425.000 técnicos en el país, se necesitarán entre 400.000 y 500.000 más en los próximos diez años.
A pesar del entusiasmo presidencial por “traer las fábricas de vuelta”, la falta de trabajadores capacitados podría convertirse en el mayor desafío de la reindustrialización estadounidense. La combinación de políticas migratorias restrictivas, desinversión en formación técnica y un sistema educativo enfocado casi exclusivamente en la universidad amenaza con dejar vacías las líneas de producción del país.