La agencia federal reestructura el liderazgo de la unidad encargada de localizar y deportar a indocumentados; crece la preocupación en la comunidad inmigrante latina
ICE realiza cambios en la jefatura de su unidad encargada de localizar y deportar a inmigrantes. La medida coincide con metas más agresivas de detención impulsadas desde la Casa Blanca. Lee qué implicaciones tiene para la comunidad latina en EE.UU.
En un movimiento que ha generado alarma entre organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) anunció cambios en la dirección de su división encargada de las operaciones de detención y deportación. La reestructuración llega pocos días después de que un alto funcionario de la Casa Blanca afirmara que el gobierno se ha fijado como meta detener a 3,000 inmigrantes por día.
Cambio de liderazgo en unidad clave de ICE
ICE informó que renovará el liderazgo del Departamento de Operaciones de Ejecución y Deportación (ERO, por sus siglas en inglés), la oficina que se encarga de localizar, arrestar y expulsar a personas sin estatus migratorio legal en Estados Unidos. La agencia no especificó los motivos del cambio ni reveló detalles sobre quién asumirá el nuevo cargo, pero dejó claro que se busca “reforzar la eficacia operativa” ante las nuevas prioridades federales.
Este movimiento se interpreta como una respuesta directa a las declaraciones recientes de Stephen Miller, subjefe de gabinete de la Casa Blanca y figura clave en las políticas migratorias de línea dura del actual gobierno. Miller señaló públicamente que la administración tiene como objetivo detener a 3,000 personas indocumentadas diariamente, lo cual representaría un aumento significativo respecto a los promedios actuales.
Más presión para aumentar arrestos y deportaciones
La meta de 3,000 detenciones diarias marca un giro drástico en la política migratoria y plantea serias preocupaciones entre los defensores de los derechos civiles. Expertos señalan que para alcanzar ese número, ICE tendría que intensificar las redadas, incluso en lugares tradicionalmente considerados sensibles, como escuelas, hospitales o templos religiosos.
Además, esto podría significar un incremento en las detenciones de inmigrantes sin antecedentes criminales, algo que ha generado polémica en años anteriores. Según datos del propio ICE, una parte considerable de las personas arrestadas en operativos recientes no tenían historial delictivo.
Impacto directo en la comunidad latina
La comunidad latina —que representa la mayoría de la población inmigrante en Estados Unidos— podría verse especialmente afectada por este cambio de estrategia. Muchos viven con miedo constante de ser separados de sus familias o perder su sustento económico por una detención inesperada.
Organizaciones como RAICES y United We Dream han expresado su preocupación por el nuevo enfoque de ICE y han pedido a las autoridades locales que no colaboren con operativos de deportación que consideran inhumanos.
“El mensaje es claro: quieren sembrar miedo en nuestras comunidades. Pero no nos vamos a quedar callados”, expresó Ana María Reyes, portavoz de una coalición proinmigrante en Los Ángeles.
Llamado a la acción y resistencia local
En varios estados, ciudades santuario como Nueva York, Chicago y San Francisco ya han reiterado su compromiso de no cooperar con ICE en acciones que no cuenten con órdenes judiciales. Mientras tanto, abogados de inmigración están recomendando a los indocumentados conocer sus derechos y tener un plan de emergencia en caso de ser detenidos.
Activistas también hacen un llamado a la comunidad latina a mantenerse informada y unida. “La mejor arma ante estos cambios es la educación y la solidaridad”, subraya Reyes.
Equipo BLUJOURNAL