Eliminación de agencias de supervisión migratoria en EE.UU.: Un golpe a los derechos de los inmigrantes

Las ciudades santuario, que incluyen grandes urbes como Nueva York y Los Ángeles, están en el punto de mira de la administración Trump.
Afectan a defensores de inmigrantes y ciudades santuario.
6 meses ago

El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés) ha tomado la decisión de suspender a más de 100 empleados, afectando significativamente a tres de sus oficinas de supervisión: la Oficina de Derechos Civiles y Libertades Civiles del DHS, la Oficina del Ombudsman de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. y la Oficina del Ombudsman de Detención de Inmigrantes. Estas oficinas eran responsables de investigar posibles violaciones de derechos, incluyendo condiciones de detención y retrasos en el procesamiento de solicitudes de residencia permanente y ciudadanía. La administración argumenta que estas oficinas han obstaculizado los esfuerzos de aplicación de la ley con demoras burocráticas. ​

Esta medida se enmarca en una serie de acciones más amplias por parte del presidente Donald Trump para reducir la fuerza laboral federal, a la que considera ineficiente. Además, se ha informado que numerosos trabajadores afectados están impugnando los despidos en los tribunales federales, buscando su reincorporación. ​

En paralelo, el gobierno de Trump ha tomado medidas agresivas para deportar a millones de migrantes, autorizando redadas en lugares como iglesias y escuelas, despidiendo juezas de cortes de migración y ordenando investigaciones contra funcionarios estatales o locales que obstruyan sus políticas migratorias. El Departamento de Justicia ha sido instruido para investigar a estos funcionarios y presentar cargos penales si es necesario. Además, se recopilarán datos biométricos de personas en situación irregular para facilitar deportaciones.

Las ciudades santuario, que incluyen grandes urbes como Nueva York y Los Ángeles, están en el punto de mira de la administración Trump. Estas ciudades no colaboran con los servicios de inmigración federales para proteger a sus residentes inmigrantes y generar confianza entre estas comunidades y las autoridades locales. Trump y su equipo han amenazado con medidas severas, incluyendo la retención de fondos federales y acciones legales, para obligar a estas ciudades a cooperar con sus políticas de inmigración y deportaciones masivas.

Estas acciones han generado preocupación entre defensores de los derechos de los inmigrantes, quienes temen que la eliminación de estas oficinas de supervisión pueda conducir a abusos no controlados y violaciones de derechos humanos. La comunidad inmigrante y las organizaciones de derechos civiles están vigilantes y preparadas para enfrentar los desafíos que estas medidas puedan presentar.

Equipo BLUJOURNAL

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