Tras los devastadores incendios forestales que azotaron Los Ángeles en enero de 2025, especialmente en áreas como Pacific Palisades y Altadena, la temporada de venta de viviendas ha comenzado con una dinámica inesperada: una notable demanda de terrenos calcinados. A pesar de la destrucción de miles de hogares y la evacuación de más de 150,000 familias, el mercado inmobiliario muestra señales de resiliencia y adaptación.
Auge en la venta de terrenos afectados
Desde mediados de febrero, más de 80 nuevos listados de terrenos quemados han ingresado al mercado en las zonas afectadas. Sorprendentemente, estos lotes se están vendiendo a precios que superan las expectativas iniciales. Aunque las primeras ventas reflejaron ligeros descuentos, actualmente los vendedores solicitan precios iguales o superiores a las valoraciones anteriores a los incendios. Los compradores principales son inversores pequeños y medianos que buscan revender los lotes o construir nuevas viviendas para su posterior venta. Además, algunos terrenos con casas parcialmente dañadas también están siendo listados.
Casos destacados en Pacific Palisades y Altadena
En Altadena, las primeras ventas han alcanzado precios significativamente más altos que el promedio del año anterior, con un lote vendiéndose alrededor de $99 por pie cuadrado. En el vecindario Riviera de Pacific Palisades, los precios de la tierra han apreciado más del 10% desde los incendios. Muchos propietarios enfrentan altos costos de reconstrucción y largos tiempos de espera, lo que los impulsa a vender.
Impacto en la comunidad y desafíos futuros
La venta de propiedades quemadas, combinada con la reapertura de la Pacific Coast Highway y el regreso de los negocios locales, marca un paso significativo hacia la restauración de Pacific Palisades, donde una comunidad que alguna vez sufrió daños está recuperando lentamente pero con seguridad su vida.
La resiliencia del mercado inmobiliario de Los Ángeles tras los incendios refleja la capacidad de adaptación y recuperación de sus comunidades. Sin embargo, es esencial abordar los desafíos de manera integral, garantizando que la reconstrucción beneficie a todos y que se implementen medidas para mitigar futuros riesgos.
Equipo BLUJOURNAL